miércoles, 12 de septiembre de 2012

TERRORISMO


Hay cosas que se escapan a mi comprensión y a mi tolerancia. Tampoco demasiadas ¡no vayáis a creer!. Intento entender y respetar casi todo.
Una de ellas, por no decir la que más, es el TERRORISMO. También podría mencionar la guerra que es la madre de todos los terrorismos, pero, últimamente, entre unas realidades y otras, me cuesta mucho distinguir.
Quienes me conocéis sabéis que mi voluntad es morir antes que matar o utilizar la violencia para defender aquello en lo que creo; porque por supuesto, no habría cosa que fuese más allá de mis principios que eso. Y dicho ello desde la más absoluta humildad; reconociendo que hay situaciones en que uno puede llegar a dejar de ser dueño de sus actos y ocasiones en las que opinar es vano, pues de no vivirlas en nuestras propias carnes, es impredecible nuestra reacción; por supuesto también para mí.
No obstante, en este presente que vivimos, veo que el terrorismo es un arma. Y no es sólo que haya individuos o grupos que lo utilicen para conseguir sus objetivos, sino que, dicha Institución en sí, está siendo utilizada de unos y de otros bandos como arma arrojadiza en una guerra a la que no veo fin.
Me explico. Todos los bandos utilizan a las víctimas en su propio beneficio convirtiéndolas en mártires o criminales dependiendo de la posición, de la nación, de la ideología o del interés desde el que se miré. Todos piden respeto y justicia para las víctimas mientras ninguno de ellos las deja descansar en paz. ¡Si hasta en nuestro propio país hay dos asociaciones de las mismas víctimas enfrentadas entre sí y exaltadas o vapuleadas según de que lado ideológico se decanten! De auténtica vergüenza para las propias víctimas, si me lo permitís.
Todo esto ha venido a cuento de Bolinaga. No voy a tomar ningún partido ni en contra ni a favor de su excarcelación. Por supuesto tampoco de parte de ETA ni del franquismo ni del terrorismo de Estado; ni del genocidio de Irak, de Siria o Afganistán ni del de las Torres Gemelas; ni de la dictadura de Pinochet o Videla; ni de la dictaduras chinas o rusas; ni del Gobierno Colombiano ni de las FARC o yo que sé de cuanto y tanto terrorismo más. Millones de víctimas en este Planeta; sin olvidar las queridas Centro y Sudamérica o las siempre masacradas Africa o Asia.
Me voy a quedar en casa que es la realidad que más conozco. No se puede criminalizar a ETA mientras se ocultan y no se hace justicia con las víctimas del franquismo, ni se puede justificar de ninguna de las maneras la violencia de ETA sobre seres humanos en defensa de ninguna justicia y libertad. Y mucho menos utilizar a unas y otras para sacar rentabilidad política. No al menos con respeto a las víctimas.
Eso es lo que creo y eso es lo que os quería decir.

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