martes, 29 de mayo de 2012

PPSOE A LA MIERDA


Cada vez que manifiesto mi opinión, lo hago desde la humildad que me aconseja mi ignorancia y mi desconocimiento de las grandes Ciencias: económicas, sociales, políticas...
Y muchas veces pienso que tal vez debería morderme la lengua porque es muy probable que tenga más posibilidades de equivocarme en mis diagnósticos, que de acertar.
Sin embargo, cuando observo a la casta política que nos gobierna, no puedo callarme y, aun con miedo a equivocarme, tengo que opinar. Porque lo que sí considero que es una realidad -y en esto tengo menos miedo a errar porque lo sufro a diario- es que, como mínimo, deciden sobre nuestro presente y sobre nuestro futuro; con sus actos y con sus leyes.
Y opino. Aunque sólo sea para lanzarme a mi misma preguntas al aire por ver si me puedo contestar. Porque hay tantas cosas que me confunden que, “Dinio”, a mi lado, es un niño en pañales; a él le confundía la noche; a mi me confunde la noche, el día, la política, la sociedad... En definitiva... que no sé por dónde agarrar esta cruda realidad que nos está tocando vivir.
Debe ser por esa misma ignorancia pero a menudo me preguntó quienes están en la derecha y quienes están en la izquierda.
Y me lo preguntó porque nos venden que la izquierda es el PSOE y la derecha el PP -el resto son radicales o nacionalistas-. Al menos eso es lo que yo percibo y lo que creo que la mayoría de los ciudadanos -algunos más entendidos, pero muchos otros igual de ignorantes o incluso alguno puede que más que yo- perciben también.
Sin embargo, nada parece estar claro. No está claro ni qué es la honradez, ni qué es la democracia, ni qué es la responsabilidad, ni qué es la libertad, ni qué es la solidaridad, ni qué es la vergüenza, ni qué son tantos y tantos conceptos que supongo que muchos científicos en la materia se habrán dedicado a definir para que al final, alguien tan ignorante como lo soy yo -y supongo que muchos naides como yo- no tengamos ni puñetera idea, en este contexto histórico, de qué demonios son.
Tal vez hoy me conformaría con entender cómo un partido socialista, supuestamente de izquierdas -y principal partido de la oposición-, puede ponerse de acuerdo con un partido, supuestamente de derechas, que gobierna con mayoría absoluta -con el mayor engaño electoral que ha sufrido nunca este país- para ir de la mano a Europa a decir que los españoles -que si sumamos los votos de ambos partidos sería con toda seguridad una mayoría aplastante de sus ciudadanos- apoyamos las políticas neoliberales.
Políticas de austeridad y recortes. Políticas de uso del dinero público para salvar a una banca vergonzosa -que al fin y al cabo son ellos mismos- que ha especulado con nuestro dinero (por no decir delinquido). Políticas que tan sólo pretenden agradar a los mercados -que al fin y al cabo son ellos mismos- a costa de lo que sea; de nuestros derechos: de nuestro derecho a la sanidad, a la educación, a un trabajo y a una vivienda digna, etc. etc.
Y lo más curioso de todo, y lo que más me gustaría entender, es que primero nos recortasen todos esos derechos -y algunos más- porque no había dinero para servicios públicos para los ciudadanos y que después de haber establecido esas políticas de restricción de nuestros derechos, de repente hayan aparecido otros miles de millones de euros para inyectar en una entidad financiera que, en un futuro -que muchos ni llegaremos a ver- nos reportará grandes beneficios a todos (los votantes del PP lo deben tener claro porque esto es otro acto de fe).
Reconozco que soy ignorante, pero me costaría reconocer mi estupidez si creyera que todos estos movimientos económicos están pensados para favorecer a la clase trabajadora -en el más amplio sentido de la palabra- y no para seguir enriqueciendo a las élites económicas y políticas que rigen los designios de este país y, por añadidura, de este planeta.
Ahora cada uno puede elegir. O tragar, o luchar para terminar con esta injusticia social. Porque pretenden hacernos creer que los culpables y los únicos responsables de esta situación de crisis actual, somos precisamente las clases trabajadoras que vivíamos por encima de nuestras posibilidades, disfrutando de un estado de bienestar -al que parece ser que los pobres no tenemos derecho- mientras ellos llevan años forrándose a nuestra costa.
Yo lo tengo claro. Las calles nos esperan, y mientras no las llenemos de indignación y de lucha por una justicia a la que tenemos derecho, ninguno de nosotros seremos “naide”.

7 comentarios:

  1. Aquí estamos ciudadanos, comprometidos con acabar con este sistema corrupto, en el que la separación e independencia del ejecutivo, legislativo y judicial se ha convertido en una bacanal romana. Ya no hay izquierdas ni derechas a nuestra altura, solo ciudadanos conscientes de que este sistema hay que terminarlo.

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    1. Solo necesitamos un poco más de consciencia y mucha, mucha más unión. Gracias por tu comentario

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    1. Gracias. Espero estar a la altura de tus expectativas. Un abrazo

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    1. El mejor entretenimiento para el pueblo y la mejor arma para manejarle a su antojo

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  4. Estoy contigo compañera...y lejos de considerarte una ignorante, pienso que eres una una mente privilegiada y tu exposición de la situación política española actual, no puede ser mas clara y concisa. Recibe mi apoyo incondicional y recibe un cordial saludo.

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