lunes, 2 de abril de 2012

ANTISISTEMA

He de reconocer que soy una persona sincera por naturaleza y que la verdad es una de mis mayores máximas. Y digo esto con toda la humildad de reconocer que la verdad, para cada uno, es su propia verdad; no nos vamos a engañar.
Sin embargo, cada uno de nosotros, o al menos los que aun nos consideramos medianamente dignos y cuerdos, podemos distinguir cuando lo que decimos es sincero y cuando lo que decimos lo utilizamos en nuestro propio beneficio y lo disfrazamos de verdad. Al fin y al cabo, para lo bueno o para lo malo, todos somos humanos.
Todo esto de la sinceridad viene a que, he de confesar, que el día que Franco murió, yo lloré. También es cierto que yo entonces era aun bastante niña y ver a aquel “abuelito”, sin vida, dentro de aquella caja y a tanta gente desfilando como si hubieran perdido a su padre, me produjo cierta congoja.
De la democracia, no había oído ni hablar, ni tampoco sé si aunque me lo hubiesen explicado, lo hubiera entendido; pero lo cierto es que crecí al mismo tiempo que nuestro incipiente Estado Constitucional.
A poco que maduré, pude entender lo que era la democracia, lo que significaba tener una Constitución, lo que era la libertad de expresión, la libertad religiosa o de culto, el derecho a la vida, a la intimidad.... Bueno resumiendo para no cansar, pude comprender que a raíz de la muerte de aquel “abuelito” nuestro país había, por fin, conseguido (o recuperado ) un Estado de DERECHO y de LIBERTAD (permitirme que lo escriba con mayúsculas).
Y ahora os explicaré a qué viene todo este rollo....
A día de hoy, estoy realmente preocupada porque tengo la impresión de que todo aquello que yo prácticamente había interiorizado, se está yendo al garete y cada día entiendo menos.
Aquella democracia representativa en la que elegíamos a nuestros representantes para que defendieran los derechos de la mayoría, hoy en día, me parece una farsa llena de mentiras, de corrupción, de infamias.....
Me expreso con libertad, ¡faltaría más! pero no estoy muy segura de ser realmente libre y me preocupa que un día, no muy lejano, lo que yo opine resulte inapropiado a ciertos intereses (económicos, por supuesto) y tenga que pagar por ello determinadas consecuencias.
Cada día veo que los derechos se van reduciendo a la esfera del poder económico que cada uno tenga para disfrutarlos o reclamarlos y que la Constitución y todos sus valores de igualdad, justicia y separación de poderes, son mera literatura, al igual que los principios que la inspiraron. Hoy casi me dan ganas de llorar al ver en que se ha convertido el pluralismo político.
Quizá sea pasajero.... Cuatro años? Hasta que acabe esta crisis que se me antoja una estafa que sólo beneficia a los que acaparan la mayor parte del capital?... La verdad, no lo sé a ciencia cierta pero hay muchas veces en que, donde mis conocimientos no llegan, me dejo llevar por la intuición; y no podéis imaginaros cuanto me gustaría saber o reconocer que estoy equivocada.
No obstante, he titulado esta entrada ANTISISTEMA porque, "mi verdad" es que este sistema cada día me gusta menos. Cada día tengo más ganas de revelarme contra él porque cada día veo más injusticia y más desigualdad, menos soberanía, menos pluralismo, menos libertad y menos derechos, a no ser que tengas el privilegio (o la inmoralidad) para hacerte con un poco de poder.
Por eso, cuando hablan de que las personas anti-sistema son terroristas y que les pueden tratar como asesinos islamistas, como a los que mataron personas en defensa de la soberanía del Pais Vasco, pero asesinaron, o cómo quienes matan en defensa de cualquier ideología “ultra” y radical sin respetar la diversidad de los otros, realmente empiezo a preocuparme por la libertad y por la seguridad de todos aquellos que, como yo, entendemos que esta sociedad tiene que cambiar.
Porque, y lo voy a dejar en el 90 %, somos seres humanos que no tenemos ninguna intención de causar mal a nada ni a nadie y que sólo luchamos por la dignidad a la que creemos que toda persona humana tiene derecho. 

4 comentarios:

  1. Muy bonita y sentida tu entrada... Somos muchos los que empatizamos contigo, Ani Naide...
    Bueno, creo que es muy díficil hoy por hoy llegar a vivir fuera de este sistema capitalista tan injusto e inhumano y, por tanto, llegar a ser anti-sistema de verdad.
    Yo prefiero hacer mi pequeña aportación para la construcción de un mundo mejor, desde dentro del sistema, en concreto desde la educación de adolescentes!!! (www.tazacortesolidario.blogspot.com)
    P.D. Hasta las narices estamos, y hay que calentar motores de nuevo para la próxima huelga general en mayo, no queda otra. Ánimo!!!

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    1. Gracias Beatriz. Yo también estoy hasta las narices de este sistema. Perdona mi retraso pero no entro mucho en el blog. Un fuerte abrazo

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  2. La Constitución es la misma que en el 78. Sus defectos han propiciado todos los abusos de que hablas. Tenemos que hacer los cambios necesarios para que la soberanía del pueblo sea real. Y tenemos que impulsarlos nosotros, porque la clase política no lo hará.

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  3. Completamente de acuerdo, Angel. Ahí estamos, en esa lucha

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