viernes, 16 de marzo de 2012

UTOPIA O REALIDAD? DE NOSOTROS DEPENDE

Mientras la Reforma Laboral se está tramitando en el Parlamento, ya se va cobrando las primeras víctimas.
Y no me estoy refiriendo sólo al creciente número de despidos, me estoy refiriendo a la Huelga General. Los efectos del piquete empresarial más grave que yo he conocido, al que la propia Reforma ha facilitado las armas.
Si ya de por sí es difícil sumar apoyos por cientos de argumentos, unos más absurdos que otros como, el descuento en sueldos míseros, el no va a servir para nada, la desidia, etc. etc. ahora se va sumando el miedo real a perder el puesto de trabajo que es perfectamente comprensible y lamentable.
Esa es mi primera preocupación actualmente. La Huelga General está convocada y va a ser apoyada por un alto tanto por ciento de los trabajadores (esto no sé si es más ilusión que realidad pero de cualquier manera me anima a la lucha). Sin embargo, hay un altísimo tanto por ciento de gente que está de acuerdo con lo que se defiende pero que va a tener muy difícil demostrarlo por unas o por otras razones.
Yo soy de las personas que veo en esta huelga general algo más que una huelga contra la Reforma Laboral. Veo una huelga general contra todo lo que "en general" está atentando contra los más básicos derechos de la gran mayoría de la población. Desde la corrupción, pasando por el mamoneo político hasta la utilización de la crisis como arma de sometimiento, etc. etc. No creo que merezca la pena dar demasiados detalles.
Por eso creo que a la huelga general y a las manifestaciones (que también sueño sean multitudinarias, más aún que la huelga general), habría que añadir alguna forma más de lucha. Se me ocurren fórmulas como hacer un referéndum popular o recoger firmas tipo iniciativa parlamentaria.
No sé si es demasiado tarde para iniciar una acción de este tipo ni si alguien de los que, por casualidad, tengan la ocasión de leer esta entrada de mi blog está en algún movimiento lo suficientemente fuerte como para llevar a cabo algún tipo de estas iniciativas.
Lo que me parece más factible es cambiar los piquetes sindicales (que nunca me han gustado demasiado) por recogidas de firmas de apoyo a la huelga general para que todos aquellos que, por unos u otros motivos, no la secunden, puedan expresar su disconformidad. Así mismo, que en el caso de que sea por culpa del piquete empresarial, se puedan disponer de las pruebas de que los empresarios delinquen, porque creo que amenazar a los trabajadores con el condicionante de “si vas a la huelga, ya sabes a lo que te atienes” es un delito y se puede y se debe llevar a los Tribunales. Tal vez muchos de los que hoy no van a la huelga por no perder su puesto de trabajo, mañana lo hayan perdido y quieran comparecer en juicio como testigos.
Asimismo, podrían firmar amas de casa, parados, estudiantes, inmigrantes, en fin, el 99%. Tal vez, aunque solo podamos llegar al Defensor del Pueblo, si es que para entonces todavía existe, merecerá la pena por denunciar este ataque a los derechos más fundamentales, que me huele que es sólo la antesala de muchísimos ataques más.
Cuantas más firmas se recojan más voz del pueblo se oirá. Yo por mi parte, como el día 29 de marzo no trabajo, puedo dedicarme por entero a defender nuestros derechos por lo que me ofrezco dónde se me requiera para ayudar a lo que haga falta.
Utopía o realidad?
Por cierto, de piquete de presión para obligar a la gente a ir a la huelga, no me busquéis.

1 comentario:

  1. Los piquetes deben ser informativos, no coercitivos...Comparto contigo el resto de tus inquietudes y creo que como nosotras hay miles mas...

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